Ghada al-Samman (en árabe: غادة السمّان) (al-Shamiyeh, Damasco, Siria, en 1942) es una periodista y escritora sirio/libanesa que ha compaginado durante años su profesión de periodista con su vocación de escritora y poetisa. Se formó primero en Siria, para acabar más tarde estableciéndose en Beirut, la ciudad que consideraba un oasis de libertad intelectual dentro del mundo árabe.
Fue durante su estancia en Beirut, durante los años 60, donde conoció y tuvo un romance amoroso con Ghassan Kanafani, escritor y activista político palestino cofundador del Frente Popular para la Liberación de Palestina, asesinado pocos años más tarde por la agencia de inteligencia israelí Mossad en 1972. Veinte años más tarde, en 1992, Ghada publicaría las cartas que él le escribió a ella durante la relación que mantuvieron durante aquel período. La publicación de «Cartas de Ghassan Kanafani a Ghada al-Samman» (Berirut: Dar al-Taliya, 1993; con una segunda edición en 1993), no sólo se consideró en su momento un acto de valentía, sino también el inicio de un género, el de las cartas literarias, hasta entonces inexistente en la literatura árabe. Su publicación se interpretó en su momento como un éxito feminista, al ser la primera vez que las cartas de amistad y amor de un hombre eran desveladas y publicada por una mujer. A pesar de que en su momento la relación amorosa que mantuvieron había sido conocida, la publicación de las cartas generó polémica entre algunos sectores palestinos que lo interpretaron como un acto que manchaba el nombre de Kanafani y con él, el de la causa palestina.
En cuanto a los críticos a los que se les hace difícil clasificar lo que escribo, se lo voy a poner fácil. Pueden escribir sobre los cajones que contengan los archivos sobre mis trabajos, «¡Un grito por la libertad!»
En el mundo árabe goza de una gran aceptación y reconocimiento, especialmente dentro del movimiento de escritores del postcolonialismo. Ello contrasta con lo poco conocido que es su nombre en Occidente, a pesar de vivir en París desde 1984 como exiliada durante la guerra civil libanesa, a diferencia de otras autoras árabes más traducidas o que escriben en inglés desde el exilio como por ejemplo al-Saadawi y Ahdaf Soueif. Estas diferencias en popularidad demuestra los diferentes circuitos por los que se mueve la literatura femenina en el mundo árabe y fuera del mismo. declaró una vez:
«Ella ha sido la figura literaria más audaz e importante en el mundo árabe de este siglo. Ghada al-Samman es una pionera entre los escritores valientes, mostrando su coraje tanto en sus entrevistas como en sus obras; ha sido firme en sus posturas a pesar de las tentaciones, y espero que otros muchos autores sigan sus pasos«.
Algunas de sus obras literarias han sido traducidas del árabe al inglés, francés, italiano, ruso, alemán, japonés, polaco, castellano y persa, pero aún así, sigue siendo una autora poco conocida fuera del ámbito árabe. En castellano sólo es posible encontrar dos de sus obras.
La primera de ellas, es la novela Beirut 75 (Bayrut 75), originalmente publicada en 1974, de cuya traducción al castellano se encargo el filólogo árabe José Miguel Puerta y publicó Ediciones Cultural Hispánica en 1999 (ISBN: 9788472328297). Dicha obra expone la realidad política de Beirut a las puertas de la guerra civil que estallaría pocos meses más tarde. La novela sigue la vida de cinco personajes que representan la sociedad postcolonialista de Beirut con sus grandes diferencias de clases, etnias religiosas, y diferencias políticas. Los dos protagonistas principales son una mujer y un hombre joven que se desplazan de Damasco a Beirut atraídos por su aparente modernismo para más tarde ir descubriendo los feudos sociales y religiosos que siguen existiendo en la misma, y el gran peso que el patriarcado continua ejerciendo sobre sus mujeres.
Los sueños, la locura, las invocaciones y las alucinaciones son herramientas literarias que me ayudan a sondear las profundidades de la humanidad. […] Lo más importante, para sobrevivir a una pesadilla, es que el individuo intente despertarse desde el vientre de la misma. Esa voluntad, la voluntad de despertar es de la que los árabes carecemos.
La otra obra accesible a los lectores en castellano es La luna cuadrada (Al Qamar Al Murabah: Qasas Al Gharibiyah), una recopilación de cuentos publicada en 1994, que ha sido interpretada como relatos nostálgicos que expresan las experiencias de la diáspora de las guerras civiles, en la que los exiliados idealizan y fantasean sobre paraísos que ya no existen y nunca existieron. La originalidad de estos cuentos dentro de la literatura árabe es que para representar dicha nostalgia, la autora utiliza argumentos y elementos propios de la ciencia ficción y fantasía de la literatura occidental para recrear nuevos mundos imaginarios que se mueven entre los contrastados mundos de Oriente Medio y Europa. El texto refleja la pérdida de identidad del exiliado y la libertad para reencontrar su verdadera identidad, en unas narraciones oníricas llenas de simbolismos.
Dicho libro, fue publicado en 2007 contando una vez más con la traducción del filólogo árabe José Miguel Puerta, cuya traducción le valió el IV Premio Andaluz de Traducción en 2008, y publicado por la editorial Comares (ISBN: 9788498362572).