Los peces

A la mañana siguiente acompañé a mi abuela al mercado del barrio y escuchamos la historia de la chica que cerró la puerta y fue engullida por el apartamento. Me estremecí por el relato que la tendera relataba a un par de atentas clientes con las intervenciones de su ayudante. Luego descubrí que besugos, merluzas…

El abuelo

El cuarto estaba con claroscuros, con las persianas a medio bajar para evitar el sol de la tarde. Cerca de la ventana destacaba una cama que yacía vacía. La materialización de la ausencia. Dí unos pasos hacia el interior y enseguida me percaté que el suelo estaba húmedo. Un charco se extendía desde debajo del camastro. Lo seguí y fue al alcanzar el otro lado del lecho cuando lo vi.

Los árboles de la paciencia de Chipre

Media mañana en una pequeña plaza asimétrica fruto de un cruce de calles. El sol sobre la vertical. La sombra de sus tres tilos cobija ocho sillas plegables, del suelo, junto a ellas sube como enredadera invisible el aroma del café. Reposan junto a sus pies las tazas mientras sus consumidores leen el periódico. En…