El hombre que se creía Vicente Rojo

Una gran parte de mi existencia la he vivido acuciada por la inminencia y la inexorabilidad del final. No me refiero a un final determinado o concreto, sino a algo mucho más general y abstracto: el final de todo. Algo parecido a la corrupción de todo el oxígeno de la atmósfera, o la putrefacción del…

Respiración artificial

La palabra Ungeziefer, dijo Tardewski, con que los nazis designarían a los detenidos en los campos de concentración, es la misma palabra que usa Kafka para designar eso en que se ha convertido Gregorio Samsa una mañana, al despertar. La utopía atroz de un mundo convertido en una inmensa colonia penitenciaria, de eso le habla Adolf,…

Mimoun

Ciertos atardeceres, ya en Mimoun, y antes de iniciar el ascenso a pie hasta la Creuse, me detenía en alguno de los bares del pueblo para beber. Mi presencia en aquella ciudad apartada causaba una mezcla de curiosidad, simpatía y desconfianza. Mimoun había sido, años antes, un importante centro comercial que se fue desmoronando poco…

Cómo el soldado repara el gramófono

De los trescientos treinta números de Sarajevo marcados al azar, aproximadamente uno de cada quince tiene puesto un contestador automático. Buenas noches. Mi nombre es Aleksandar Krsmanović. Le llamo porque estoy tratando de averiguar algo sobre una amiga de la infancia que durante la guerra civil huyó de Visegrado a Sarajevo. Su nombre es Asija….

Al este de Occidente

Nací veinte años después de que echáramos a los turcos en 1898. De modo que sí, tengo setenta y un años. Y sí, soy gruñón. Soy mezquino. Huelo como todos los viejos. Soy un dolor andante: caderas, hombros, rodillas y codos. No puedo dormir por la noche. Llamo a mi hija por el nombre de…

Corazón doble

El bosque del Gâvre está cruzado por doce grandes senderos. La víspera de Todos los Santos, el sol rayaba aún las hojas verdes con una barra sangre y oro, cuando una niña vagabunda apareció por la ruta principal del este. Llevaba un pañuelo rojo a la cabeza atado bajo el mentón, una camisa de paño…

Los caballos de Dios

En el principio, hubo el vertedero y la colonia de granujas que crecía encima. La religión del fútbol, las peleas continuas, los robos en los tenderetes y las carreras desenfrenadas, los altibajos de los apaños, el hachís y el pegamento y los descarríos que llegan con ellos, el contrabando y los oficios de poca monta,…

Cuentos de Galitzia

¿Adónde va a parar la claridad sobrenatural cuando, junto con la noche, caen las tinieblas sobre todas las almas? ¡Chas!, sobre la cresta de la montaña brotan las estrellas. Una, después otra y las siguientes. Desde las más duras, punzantes y blancas como pinchazos de un cuchillo de acero sideral, hasta las últimas, las más…

Estambul. Ciudad y recuerdos

Desde el día en que nací, nunca he dejado las casas, las calles y los barrios en los que he vivido. Sé que el hecho de que cincuenta años después siga viviendo en el edificio Pamuk (a pesar de haber residido entretanto en otros lugares de Estambul), el mismo lugar en que mi madre me…

Los desorientados

Llevo en el nombre a la humanidad naciente, pero pertenezco a una humanidad que se extingue, escribió Adam en su libreta dos días antes del drama. Nunca supe por qué me llamaron así mis padres. En mi tierra natal no era un nombre frecuente, ni nadie de mi familia se había llamado así antes que…