El abuelo

El cuarto estaba con claroscuros, con las persianas a medio bajar para evitar el sol de la tarde. Cerca de la ventana destacaba una cama que yacía vacía. La materialización de la ausencia. Dí unos pasos hacia el interior y enseguida me percaté que el suelo estaba húmedo. Un charco se extendía desde debajo del camastro. Lo seguí y fue al alcanzar el otro lado del lecho cuando lo vi.

El año del elefante y otros relatos

Las tiendas, desangeladas: un carbonero, un sastre y una abacería de exiguas existencias. Los comercios de los judíos, cerrados a cal y canto, con candados en las cerraduras y travesaños de madera cruzados sobre las puertas. Antaño tenían sus propias escuelas y sus sinagogas, pero tras su marcha el ajetreo decayó y los precios se…

El pan a secas

Lloro la muerte de mi tío junto con otros niños. Ya no, sólo lo hago cuando me pegan, o cuando pierdo algo. Es época de hambre en el Rif, de sequía y de guerra. Una tarde, no pude contener mis lágrimas del hambre que tenía. Chupaba y rechazaba mis dedos. Sólo vomitaba saliva. Mi madre…

Respiración artificial

La palabra Ungeziefer, dijo Tardewski, con que los nazis designarían a los detenidos en los campos de concentración, es la misma palabra que usa Kafka para designar eso en que se ha convertido Gregorio Samsa una mañana, al despertar. La utopía atroz de un mundo convertido en una inmensa colonia penitenciaria, de eso le habla Adolf,…

Mimoun

Ciertos atardeceres, ya en Mimoun, y antes de iniciar el ascenso a pie hasta la Creuse, me detenía en alguno de los bares del pueblo para beber. Mi presencia en aquella ciudad apartada causaba una mezcla de curiosidad, simpatía y desconfianza. Mimoun había sido, años antes, un importante centro comercial que se fue desmoronando poco…

Cómo el soldado repara el gramófono

De los trescientos treinta números de Sarajevo marcados al azar, aproximadamente uno de cada quince tiene puesto un contestador automático. Buenas noches. Mi nombre es Aleksandar Krsmanović. Le llamo porque estoy tratando de averiguar algo sobre una amiga de la infancia que durante la guerra civil huyó de Visegrado a Sarajevo. Su nombre es Asija….

Al este de Occidente

Nací veinte años después de que echáramos a los turcos en 1898. De modo que sí, tengo setenta y un años. Y sí, soy gruñón. Soy mezquino. Huelo como todos los viejos. Soy un dolor andante: caderas, hombros, rodillas y codos. No puedo dormir por la noche. Llamo a mi hija por el nombre de…

Corazón doble

El bosque del Gâvre está cruzado por doce grandes senderos. La víspera de Todos los Santos, el sol rayaba aún las hojas verdes con una barra sangre y oro, cuando una niña vagabunda apareció por la ruta principal del este. Llevaba un pañuelo rojo a la cabeza atado bajo el mentón, una camisa de paño…

Los caballos de Dios

En el principio, hubo el vertedero y la colonia de granujas que crecía encima. La religión del fútbol, las peleas continuas, los robos en los tenderetes y las carreras desenfrenadas, los altibajos de los apaños, el hachís y el pegamento y los descarríos que llegan con ellos, el contrabando y los oficios de poca monta,…

Lecturas por la vida y libertad de Ashraf Fayadh

Así están las cosas hoy en día,  a mismo tiempo que Arabia Saudita se sienta en el Consejo de los Derechos Humanos de ONU, un organismo cuyos miembros son, supuestamente, los más altos defensores de las libertades civiles, en el mismo país se condena a muerte a poetas como el palestino Ashraf Fayadh. En protesta…